La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro José García-Margallo, el vicepresidente Europoeo don Alejo Vidal-Quadras, la señorita Alicia Sánchez-Camacho y todo tipo de analistas y fanáticos contrarios a que los ciudadanos de Catalunya puedan votar sobre su futuro utilizan un argumento poderoso: si Catalunya vota a favor de la independencia se quedará fuera de Europa y del euro, se pondrán unas fronteras gigantes con unos aranceles enormes que impedirán que Catalunya pueda comerciar con Europa. Y para entrar en Europa, tendrá que ponerse a la cola y solo podrá ser aceptada su entrada de nuevo en la EU con la unanimidad. Pronuncian la palabra unanimidad con rabia, dando a entender que España votará en contra de la entrada de Catalunya in eternum. Y Catalunya estará condenada a ser un estado paria por los siglos de los siglos.
Yo no soy un experto en leyes por lo que no voy a discutir si Europa le puede quitar el derecho a ser europeos a unos ciudadanos (y a unas empresas) que ya lo son. Pero sí sé un poco de economía y la teoría económica nos dice que si Catalunya se independiza, España va a hacer lo posible para que lo haga lo más pacíficamente posible y dentro de Europa. ¿Cómo lo sé? Dos gráficos. Simplemente hay que observar dos imágenes. La primera es el mapa de autopistas de España: a la vista de este mapa, ¿quien pensáis que será el primer interesado en que no se introduzcan barreras comerciales entre Catalunya y España? ¿Quien se quedará aislado si Europa alza una enorme barrera en Catalunya?
La segunda imagen es la deuda del estado español como fracción del PIB. Una deuda que se ha disparado en los últimos años y que, una vez quede claro que el rescate de la banca española contará como deuda pública española porque los europeos se niegan a poner el dinero que prometieron en junio, se acercará peligrosamente al 100% del PIB. Si Catalunya se independiza, el PIB español perderá el 20% correspondiente a Catalunya. Y si España se niega a negociar con Cataluña, Catalunya no se va a quedar la parte proporcional de la deuda que le corresponde por lo que la deuda española como fracción del PIB será pronto superior al 120% del PIB: uno de las deudas más grandes del mundo y creciendo exponencialmente por culpa de un déficit que no puede reducir y un PIB que no empieza a crecer. Como para ponerse muy chulo.
Estas dos imágenes demuestran que si la ciudadanía de Catalunya quiere libremente salir de España y así lo decide democráticamente, lo hará porqué tendrá la ayuda de España, por más que griten los unionistas ahora. Y tendrá la ayuda de España no porqué España tenga estima por Catalunya. Lo hará porqué España tiene estima por España. Es lo que la teoría de juegos llama Equilibrio de Nash(*).
(*) Para los escépticos que duden de la racionalidad de los políticos españoles que piensen en la otra cara de la moneda. En el otro lado de los Pirineos están los europeos que quieren vender en la península ibérica. ¿Alguien cree que a la vista del mapa, van a dejar que los Españoles -que están de facto intervenidos- impidan todo ese negocio porque sufren una rabieta infantil?. Del mismo modo, al otro lado de la deuda están los acreedores. Muchos son bancos españoles. Otros son bancos alemanes y franceses. ¿Alguien cree que los países acreedores van a dejar que los españoles -que están de facto intervenidos- no negocien la asunción de una parte de la deuda por parte de Catalunya para hacer que la deuda española sea un poco menos inviable? Pues eso.
NOTA:
Para los que tengan la tentación de decir que el gobierno Español debería acelerar las obras del corredor central para poder sacar las mercancías a través de los Pirineos centrales, adjunto una tercera imagen: el mapa de autopistas de Francia. Observando este segundo mapa, uno debe preguntarse: una vez llevadas las mercancías a la frontera francesa en un intento burdo de saltarse las barreras impuestas en y a Catalunya, ¿qué harán los productos españoles en la frontera si los franceses no tienen autopista? ¿Obligarán a Francia a construir un corredor central también?