Se esperaba que si el electorado griego daba el gobierno a los partidos "europeístas", los países el resto de Europa tendrían un respiro en los mercados financieros. Han ganado los "europeístas" y los mercados se han cebado con España. ¿Por qué? Pues porque el resultado electoral griego puede solucionar el problema griego pero no el problema de España, que sigue siendo su sistema bancario.