En una serie de cuatro clases, el chairman de la Reserva Federal de los Estados Unidos (y catedrático de economía de Princeton) diserta sobre el patrón oro. El resumen de su primera clase es "el patrón oro no funcionó entonces y no funcionaría ahora".
Entre las (poderosas) razones que le llevan a esta conclusión están:
(1) La mejor virtud del patrón es también su mayor defecto: la oferta monetaria, determinada por la cantidad de oro disponible, no se puede ajustar cuando cambian las condiciones económicas.
(2) Los países que están en el patrón oro mantienen tipos de cambio fijo entre ellos y eso hace que las malas políticas de uno se transmitan a los demás (ejemplo: Grecia y la zona euro, que mantiene tipos de cambio fijo).
(3) La historia demuestra que los países con patrón oro no están exentos de ataques especulativos.
(4) La historia demuestra que los países con patrón oro no están exentos de pánicos financieros.
(5) Aunque es cierto que a largo plazo el patrón oro mantuvo estabilidad de precio, a medio plazo generó episodios de inflación y deflación. Por lo tanto no es verdad que la inflación solo se puede dar en economías con moneda de papel.