Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han convocado una huelga general para el dia 29 de Marzo. Si uno analiza qué puede llevar a sus líderes, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo a convocar esa huelga, le resulta complicado entender la razón.
Lo digo porque, si la convocatoria es un éxito y millones de trabajadores hacen huelga y se unen a las manifestaciones convocadas por los sindicatos, Rajoy podrá ir a Europa a explicar que los recortes van a tener una oposición social tan grande que Angela Merkel, no tendrá más remedio que relajar los objetivos de déficit (de hecho, la quema de edificios en Grecia la semana antes de los acuerdos de la UE para conceder el segundo rescate hace un par de semanas es un ejemplo de cómo reacciona la UE ante al malestar social. Por cierto, ¿habéis notado que las huelgas ya no son ni tan grandes ni tan violentas como lo fueron aquella semana? Me pregunto si el ministro de finanzas griego estaba detrás de las convocatoria!). Quien va a salir ganando como consecuencia de una huelga masiva es, lógicamente, don Mariano Rajoy que va a quedar como un gran negociador ante Europa y, además, no va a tener que exprimir a los españoles tanto como querría nuestra querida Angela.
Si, como es más probable, la huelga es un fracaso (digo que más probable porque hace cuatro días que se han hecho elecciones y los votantes -la mayoría trabajadores- han votado masivamente al Partido Popular en casi toda España y porqué cada ves más se palpa en el ambiente que la ciudadanía entiende que la situación económica es grave y no está la cosa para huelgas que no llevan a ninguna parte). Si la huelga es un fracaso, digo, entonces el liderazgo de Toxo y Méndez al frente de los sindicatos quedará seriamente cuestionado. Es más, si la huelga es un fracaso, pasará mucho tiempo antes de que la gente pueda volver a pensar que unos sindicatos que defienden un sistema laboral que ha generado más de 5 millones de parados defienden algo más que los intereses de unos pocos privilegiados. La teoría de que los dos grandes sindicatos representan a la mayoría de trabajadores quedará, pues, dañada irreparablemente. Y eso será muy malo para los sindicatos.
Es decir, si la huelga sale bien, gana Rajoy y si sale mal, pierden los sindicatos y sus líderes. Es el clásico ejemplo de timo de la estampita de película de Toni Leblanc donde solo el tonto del pueblo acepta la apuesta. Señores Toxo y Méndez, ¡abran juego!