Extracto de la pagina web de WWF España
"En noviembre de 1968 un grupo de personas preocupadas por la naturaleza española plantaban la semilla de lo que más tarde se convertiría en la sección española de WWF. Fue dotada entonces con la forma jurídica de Asociación con el nombre de: Asociación para la Defensa de la Naturaleza (Adena). Posteriormente nos unimos a la red WWF, pasándonos a llamar primero Adena/WWF y finalmente, desde 2009, WWF, el nombre que adoptamos en la actualidad, siendo uno de los más de 100 países miembros de WWF en todo el mundo.
Declarada de Utilidad Pública desde su origen y bajo la Presidencia de Honor de S.M. El Rey D. Juan Carlos I, realiza una amplia y eficaz labor en favor de la conservación de la naturaleza. En los comienzos de su andadura, WWF contó con una dualidad de factores que le impulsaron con gran fuerza:
- su estricta novedad, ya que no existían entonces colectivos sociales con mentalidad conservacionista sino sociedades científicas
- y la incorporación como Vicepresidente de Félix Rodríguez de la Fuente.
Gracias a sus enormes dotes de comunicación, WWF alcanzó en pocos años la cifra de 35.000 socios, número impensable para cualquier tipo de grupo libre y organizado en aquella época.
Fue pionera en múltiples aspectos de la conservación del medio ambiente: protección de anfibios, voluntariado ambiental, campañas contra venenos, proyecto mariposa, limpiezas de basuras, tráfico de especies, campañas para la creación y defensa de espacios protegidos, gestión de espacios protegidos (Refugio de Rapaces de Montejo)..."
¿Es una hipocresía que don Juan Carlos I sea presidente de honor de WWF (la antigua ADENA de Félix Rodríguez de la Fuente) y, al mismo tiempo, se dedique a cazar elefantes? Pues estrictamente hablando, ¡NO! Fijaos que en la lista de actividades del WWF, se habla de mariposas, espacios protegidos, campañas contra venenos... pero nunca menciona ¡la defensa de los elefantes! Pero una cosa son las palabras estrictas y otra muy distinta el espíritu de la fundación. Félix Rodríguez de la Fuente era un defensor de todos los animales y supongo que no sería muy feliz de ver que su Majestad el Rey de España se dedica a matar elefantes en sus ratos libres.
Por otro lado, aunque la cacería real no viole estrictamente la letra fundacional de WWF, eso no quiere decir que la actividad del rey sea aceptable. Los 5 millones de súbditos de su Majestad que en estos momentos se encuentran en el paro puedan considerar insultante que su rey se gaste 37.000 euros a la semana jugando a las cacerías (y cuidado con argumentar que no los pagó él sino que fue un regalo porque Francisco Camps y sus colegas fueron imputados por regalos de mucha menor cuantía). Por no hablar de los que defendieron hace un par de meses que el salario del rey era bajo comparado con el de otros reyes de Europa, a los que ahora se les haya quedado cara de tontos al ver que el diminuto salario da para unas vacaciones tan ostentosas.
Ah! Y supongo que alguien dará explicaciones sobre si se han utilizado aviones de las fuerzas aéreas españolas (pagadas por el dinero de todos) para que el rey pueda ir de vacaciones en un momento en el que se están subiendo los impuestos de los ciudadanos y se están recortando las inversiones que deben sacar al país de la crisis y las prestaciones de todo tipo para los ciudadanos. Seguro que el coste monetario para el contribuyente de las aventuritas reales es ridículamente pequeño. Ahora bien, en un momento en el que la palabra más repetida y temida en España es AUSTERIDAD, que la primera autoridad del país se dedique a ir de cacerías a Botswana es demostrar, una vez más, que España no está siendo liderada por gente seria.