Primeras reacciones a los anuncios económicos de hoy por parte del nuevo gobierno de España.
Tal como había previsto en este artículo escrito el 17 de Noviembre, es decir, TRES DÍAS ANTES DE LAS ELECCIONES, el nuevo gobierno del PP ha anunciado hoy que “la situación económica es mucho peor de lo que esperábamos y el déficit es mucho mayor de lo que esperábamos”. ¡Qué previsible! A la vista de ello “se han visto obligados” (ellos no querían, pero se han visto obligados) a tomar una serie de medidas que han anunciado hoy. Algunas de esas medidas me parecen bien. Por ejemplo, está bien que se obligue a los trabajadores del sector público a trabajar más horas, que se reduzcan los obscenos subsidios a instituciones privadas como asociaciones de empresarios, partidos políticos o sindicatos y que se recorte el gasto en 8900 millones, aunque se debería concretar un poco más: en principio se deberían mantener las inversiones productivas que pueden revitalizar el crecimiento y eliminar los gastos corrientes improductivos.
Para solucionar lo que Soraya ha calificado de problema “temporal, grave e inesperado” se han tomado decisiones “temporales, graves e inesperadas” (traducción para inexpertos e ilusos que todavía confían en el sistema político español: se han tomado decisiones EXACTAMENTE CONTRARIAS a las que se prometieron durante la campaña electoral (*)). Ya estamos acostumbrados a que lo que se dice en las campañas electorales tenga valor nulo, aunque estaría bien que alguien, algún día, castigara a los mentirosos compulsivos. Y una buena manera de hacerlo sería quitarles no sólo el 20% sino el 100% de la subvención estatal. Al fin y al cabo, la excusa que se utiliza para justificar las subvenciones a partidos es que se tiene que INFORMAR a los ciudadanos para que puedan votar! Los constantes incumplimientos de programa del PSOE durante 8 años y la aberración que nos ha mostrado hoy el PP demuestra que lo que se dice en campaña, después uno se lo pasa por el forro simplemente apelando a “la situación está peor de lo que esperábamos”. Eso significa que las campañas electorales no sirven para INFORMAR de lo que se hará después de las elecciones por lo que se pueden eliminar. A al menos se puede reducir su duración drásticamente a un solo día. Y para una campaña de uno solo día no se necesita dinero público. Bastará con las cuotas de los militantes.
Pero aún siendo la mentira patológica un problema grave, no es lo peor de los anuncios de hoy. Lo peor es que estas soluciones que se proponen no van a funcionar. Es más, van a ser contraproducentes. ¿Por qué?
Primero, aumentar el IRPF va a reducir el crecimiento económico. La gente a la que el estado le cobra más del 50% de sus ingresos van a tener incentivos nulos a trabajar más o a hacer inversiones para obtener más ingresos.
Segundo, anunciar que el aumento es de carácter temporal es especialmente pernicioso puesto que tanto las rentas de capital como las rentas del trabajo elevadas SON FUNGIBLES EN EL TIEMPO, es decir, se pueden posponer dos años para que vuelvan a tributar a tipos reducidos. Eso reducirá la actividad económica hoy, que será substituida por actividad económica dentro de dos años, lo cual deprimirá la situación actual a corto plazo todavía más (los que seáis economistas, analizad las consecuencias de un aumento temporal de impuestos según la teoría Q de la inversión, por ejemplo). Dentro de lo malo, hubiera sido menos malo decir que los aumentos eran permanentes, aunque supongo que no lo han hecho para disimular un poco el hecho de que lo que hacen contradice tanto la filosofía del PP como el programa electoral con el que se presentaron a las elecciones hace apenas un mes.
Tercero, como consecuencia del punto anterior, la recaudación fiscal que predice el ministro Montoro NO se va a cumplir. NO se van a recaudar los 6.000 millones de euros adicionales que él anuncia como consecuencia de estas medidas porque sus previsiones de recaudación no tienen en cuenta el colapso que un aumento temporal del IRPF va a tener sobre la actividad económica. Todo el mundo sabe que los aumentos de tipos impositivos reducen la actividad impositiva. De hecho, hay quien dice que la actividad se puede reducir que la recaudación fiscal (el producto de un tipo superior multiplicado por una base menor) se acabe REDUCIENDO! Ese fenómeno queda reflejado en la siguiente cita:
“Las reformas fiscales han demostrado ser instrumentos eficaces para la dinamización de la economía y la recuperación del crecimiento. Menos impuestos no significa menos recaudación, sino liberación de recursos a disposición de las familias y empresas, que pongan en marcha de nuevo el motor de la economía.”
Podría argumentar el ministro Montoro que esta cita proviene de un loco que sabe poco de economía. El problema es que es una cita literal del programa electoral del Partido Popular (apartado 5 de la sección económica que confeccionó.. ¡el ministro Montoro!). Es decir, hace un mes el Partido Popular y el ministro Montoro creía que las REDUCCIONES DE TIPOS IMPOSITIVOS generan tanta actividad económica que acaban AUMENTANDO LA RECAUDACIÓN. Dado que para reducir el déficit hay que aumentar la recaudación, ¿no se deduce que el gobierno debería haber BAJADO y no subido los tipos, tal como prometieron en su programa electoral? ¿Qué ha pasado, que durante el mes transcurrido desde las elecciones se ha publicado algún estudio que demuestra que lo que decían entonces, ahora ya no es verdad (si es así, por favor, que alguien me de la referencia)? ¿O es que estaban mintiendo durante la campaña y, por lo tanto, su credibilidad como gobierno se equipara a la del PSOE, ya desde el primer día? La verdad es que des desconcertante.
Vistos estos tres primeros puntos, la impresión es que el PP ha decidido aumentar el IRPF para poder ponerse una medalla “redistributiva” es decir, para poder decir que los ricos pagan más. Dada la creciente impopularidad de los recortes, eso cual puede ser una buena idea desde el punto de vista de implementación. Subir el IVA hubiera sido más eficiente, pero no hubiera permitido decir que se hace pagar a los ricos y hubiera sido difícil implementar temporalmente.
Y cuarto, el gobierno se ha vuelto a equivocar con los subsidios fiscales a la compra de viviendas para revitalizar el sector inmobiliario. Es necesario que el sector inmobiliario reduzca su tamaño y gastar dinero en su revitalización no solo es una desviación de dinero que se podría dedicar a cosas útiles sino que va en la dirección exactamente contraria a la necesaria.
Yo sigo insistiendo en la conclusión del artículo que he mencionado arriba: si el PP no hace las cosas bien, este gobierno puede seguir los pasos del de Papandreu y, tras hundir todavía más la economía española, durar solamente dos años. Los primeros pasos utilizando el sobado cuento de que “la cosa está peor de lo que pensábamos” para incumplir promesas electorales importantes, parecen ir en esa dirección.
(*) Punto numero 2 de la seccion de economía del programa electoral del PP: “Sistema Tributario: Diseñar un sistema tributario justo que permita establecer rebajas selectivas de impuestos para liberar renta disponible de los contribuyentes y contribuir a la dinamización de la economía.” REBAJAS SELECTIVAS DE IMPÛESTOS. EN NINGUNA SECCIÓN DEL PROGRAMA SE PROPONE SUBIR IMPUESTOS!
