Banner
HOMEBLOGSVolar con Un Solo Motor
19 October 2014

Volar con Un Solo Motor

Written by 

Como cada otoño, esta semana el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han reunido en la calle 19 de Washington a expertos de todo el planeta para discutir la situación económica mundial. Mi sensación es que, en general, había nerviosismo: dos de los tres motores que impulsan la economía mundial tienen problemas potencialmente graves y eso hace sufrir a los expertos.

Empezamos por las buenas noticias: Estados Unidos está creciendo a buen ritmo. El consumo de los norteamericanos se ha recuperado y la inversión empresarial ha vuelto. Las peleas políticas que llevaron el país al borde del “precipicio fiscal” han desaparecido. Los costes energéticos caen en picado gracias a la extracción de gas a través de la fractura hidráulica (“fracking”). Las reformas del sector financiero han dado frutos y los bancos americanos están más saneados que los europeos y los chinos. Las empresas siguen siendo las más eficientes e innovadoras del mundo y crean unos 250.000 puestos de trabajo mensuales, cosa que ha reducido la tasa de paro por debajo del 6%. Todo eso ha llevado a la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos) a anunciar que el año que viene empezarán a abandonar la política de tipo de interés cero que han mantenido desde que empezó la crisis. Siempre puede haber una recaída, pero parece que el motor norteamericano propulsa la economía con fuerza.

Europa, por su parte, empezó el año con optimismo. Después de un crecimiento negativo en el 2012 y nulo en el 2013, se esperaban tasas próximas al 1,6% en el 2014 gracias a la recuperación de países periféricos como Grecia, España o Irlanda. Sin embargo, a medida que ha ido avanzando en el 2014, la crisis se ha trasladado hacia el centro y el norte: empezaron Holanda y Finlandia. Siguió Francia. Incluso el crecimiento de la gran Alemania fue negativo durante el segundo trimestre.

Toda esta debilidad económica empezó a generar nerviosismo en Europa hacia el verano. En agosto, el gobernador del Banco Central Europeo, Mario Draghi, pronunció un discurso con un mensaje claro: Europa tiene graves problemas y para superarlos hace falta que se siga una política con tres patas. Primera, el Banco Central Europeo tiene que imprimir más euros. Segunda, los gobiernos europeos tienen que hacer reformas estructurales que fomenten la productividad de los trabajadores. Y tercera, los mismos gobiernos tienen que dejar la austeridad fiscal a corto plazo y llevar a cabo políticas fiscales expansivas. Esta política de tres patas ha sido bautizada como Draghinomics.

Lógicamente, el señor Draghi sólo puede afectar a la primera de las patas. En este sentido, el BCE propuso facilitar crédito a largo plazo a los bancos para que presten a las empresas. Para ello, puso sobre la mesa unos 180.000 millones de euros, pero los bancos sólo cogieron 80.000. Parece que el crédito en Europa no fluye, pero no porque que no haya dinero, sino porque las empresas no quieren invertir. Y eso es muy malo. Ahora Draghi se plantea utilizar dinero del BCE para comprar deuda pública. Alemania se niega.

La segunda pata son las reformas estructurales. Algunos países como España hicieron algunas reformas de este tipo cuando estaban entre la espada y la pared, pero en general los gobiernos se niegan a hacer los deberes por miedo que sindicatos y sectores de la sociedad se reboten. Finalmente, la tercera pata del Draghinomics, la austeridad fiscal, sigue siendo el foco de debate entre intelectuales y políticos: mientras que una mayoría de economistas reclaman expansiones fiscales en tiempo de crisis (a cambio de austeridad en tiempo de bonanza), la presidenta efectiva de Europa, Angela Merkel, se opone visceralmente.

El debate entre defensores y detractores de la austeridad estuvo bien presente en las reuniones de Washington. Y mientras unos y otros debatían, llegó la noticia bomba: la producción industrial de la Unió Europea cayó un 1,8% durante el mas de agosto y la de Alemania cayó un monumental 2,8%. Todo parece indicar que, cuando salgan los datos del PIB del tercer trimestre, Alemania estará en recesión. Habrá que ver si eso hace cambiar de opinión Merkel sobre las bondades de la austeridad. Sea como sea, el pánico de entrar en una tercera crisis europea se ha extendido por todos los mercados: las bolsas han caído, las primas de riesgo de España y de Grecia han vuelto a disparar y el fantasma del 2012 ha vuelto a aparecer en la eurozona. Un déjà vu en toda regla que muestra que el segundo motor de la economía mundial sigue sin funcionar.

El tercer gran motor económico, China, tampoco está para tirar cohetes. Ya quedan lejos los años con tasas de crecimiento del 10%, 11% o 12%. El nuevo presidente Xi Jinping y los líderes del partido ya han aceptado el 7% como “la nueva normalidad”. Pero incluso la nueva normalidad corre peligro. La razón es que, durante muchos años, China ha crecido a base de hacer grandes inversiones teledirigidas por el gobierno y financiadas por un sistema bancario politizado (un poco como muchas cajas de ahorros españolas que tomaban decisiones con criterios políticos y no de rentabilidad económica). Eso hizo que se llegara a un punto en que había exceso de capacidad (como en España se llegó a un punto en que había demasiados edificios, trenes y aeropuertos): hay demasiadas empresas que no pueden vender lo que producen y demasiados bancos que no pueden recuperar los créditos. El liderazgo chino entiende que el modelo de crecimiento tiene que dejar de estar centrado en la inversión y pasar a fomentar el consumo. Lo que pasa es que no queda claro como harán el cambio y si lo conseguirán sin que la economía estalle cómo hizo la economía española. En todo caso, las reducidas tasas de crecimiento chinas hacen que el tercer gran motor de la economía mundial también esté gripado, y eso afecta a toda una constelación de países emergentes que, directamente o indirectamente, dependen crucialmente de China. Entre estos, están casi todos los de Asia y África y algunos de América Latina como Chile o Perú.

Empezamos el último trimestre del 2014 y lo que tenía que ser un gran año por la economía mundial se está convirtiendo en la pesadilla que siempre comporta volar con un solo motor.

Read 16632 times
Rate this item
(64 votes)

INTRODUCTORY NOTE

Starting January 30, 2012, I decided to put the random (economic) thoughts that I was posting on Facebook, in a blog. In this site you will be able to read all Facebook notes going back to 2008, (without my Friend’s comments, unfortunately), but we will only maintain the new thoughts. If you want to check out the old comments, they are still posted on Facebook. If you want to comment on them, you have two options (1) Become a Facebook Subscriber. Since all the posts will also appear in Facebook, you will be able to comment there. (2) Comment on Twitter, as each post will also be announced in Twitter.

Search

Banner